Chumel Torres

El poder de la comunicación: La inspiradora historia de un orgullo chihuahuense.

Esta entrevista fue hecha por: Imágenes de Chihuahua

Chumel Torres – De Chihuahua a la influencia nacional: La inspiradora trayectoria de un humorista destacado

En esta entrevista de la revista Imágenes de Chihuahua, Miriam De la O conversa con Chumel Torres, un destacado presentador, comediante y youtuber originario de Chihuahua, cuya sagacidad y tenacidad han dejado una huella significativa en el panorama humorístico y comunicativo de México.

A lo largo de la conversación, exploramos los inicios de Chumel en el mundo de la comunicación, su transición desde la ingeniería mecánica hacia la comedia, la creación de su programa «El Pulso de la República», así como los desafíos y logros que han definido su carrera. Acompáñanos a descubrir cómo Chumel ha logrado conectar con diversas generaciones y qué proyectos le esperan en el futuro.

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Miriam: Chumel te definen como presentador, comediante, incluso youtuber, pero tú ¿cómo te defines? ¿Quién es Chumel?

Chumel: Yo creo que comediante, porque todo lo que hago siempre tiene esa vena. La comedia es muy mi esencia, ya sea en las obras de teatro, en los libros, en el podcast, en YouTube, en donde quieras… siempre mi línea va a ser: comedia.

Miriam: Háblanos sobre tus inicios ¿Cómo un ingeniero mecánico decidió moverse al mundo de la comunicación? Tengo entendido que ese primer acercamiento fue a través de la escritura ¿Cómo inició todo?

Chumel: Todo empezó en Twitter, en la época de los blogs, México tenía muy buenos blogueros, yo me la pasaba leyéndolos y todos se pasaron a Twitter. Cuando inició, empecé a descubrir cómo se escribía… yo ya sabía que era chistosillo, siempre fui el “payasito del salón” pero había una cosa extra en Twitter que era el “wit”, el ingenio, así que no se trataba de solo ser chistoso, sino que tenías que ser bastante ingenioso para que tu mensaje cupiera en 140 caracteres.

Antes te contaban los likes (que eran estrellas) y había una página, llamada Favstar y ahí encontrabas el ranking mundial en español, inglés, francés, etc. Para mi sorpresa por lo general estaba en el primer lugar o dentro de los primeros. Eso te daba mucho más seguidores, porque la gente quería seguir a los mejores rankeados, para mí fue el inicio de algo gigante.

Después me empecé a clavar en el tema político, siempre desde la comedia, así comencé escribiendo en Canal 5, columnas para un portal de política en CDMX, etc. Hasta que decidí dar el salto… Yo veía los videos de Jon Stewart y Steven Colbert y pensaba “yo quiero ser eso” no podía creer que existiera algo así, entonces… me lo inventé y ahora aquí estamos.

Miriam: Yo creo que hablo por muchos, sobre todo por mi generación, cuando te digo que te volviste la persona que logró despertar a la juventud para comenzar a interesarse en temas de política y lo lograste de la manera más inteligente y creativa. Por ello surge la duda ¿qué idea tenías al iniciar con El Pulso de la República, había objetivos específicos, estabas preparado para tal alcance?

Chumel: Eso es lo padre, porque el objetivo del acercamiento de los jóvenes salió por añadidura, yo lo que quería era hacer un programa de comedia política. El tema aquí, de nuevo, es el wit, el ingenio, entonces, como el programa era ingenioso, pero real, te ahorraba la aburridera de ver a los de la tele.

A ver, yo sabía que era un proyecto importante, que quería llegar alto, pero nunca fue la intención de ser portavoz, ni nada, y lo digo siempre: mi programa se trata de comedia y después de comedia, que hablemos de política es otro pedo. La verdad es que, cuando tienes un producto de calidad, la gente lo va a consumir.

Empezó con los jóvenes y ahora nuestra curva son: Millennials, Gen Z, incluso gente mayor, por ejemplo a través de Radio Fórmula llegamos a personas de la edad de mis papás… ¿Por qué? Insisto, porque lo haces chistoso e inteligente. Confías en el espectador.

Miriam: Las risas son un medio perfecto para la memoria, recuerdo que mi maestra de semiótica un día nos dijo: hay dos medios sumamente poderosos para lograr implantar un mensaje, el miedo y la risa… Tú decidiste la risa, cuéntanos sobre el proceso para crear discursos de temas fuertes e importantes a través de la comedia, ¿qué se necesita?

Chumel: ¿Sabes qué se necesita? Necesitas verdaderas ganas de hacerlo. Yo no estudié ni medio renglón de comunicación y aun así, sé más que muchos “expertos”. ¿Por qué? Porque yo me meto al laboratorio, yo sí lo hago, esa es la diferencia.

Cuando te sabes toda la teoría, por ejemplo, del baloncesto pero en tu vida has botado una pelota, pues van a romperte el hocico, el chiste es que yo todos los días salía a jugar a la cancha, así te vuelves bueno, haciéndolo, una y otra vez.

En los tiempos del internet, que me tocaron a mí, seguro me hubieran corrido de la televisión, porque uso lenguaje altisonante, porque hablo del presidente… pero las reglas cambiaron y empezamos a hacer contenido con la mejor calidad posible. Ojo que yo no pertenezco a la generación de tiktokers en donde si le das un chingazo a tu mamá te haces viral, yo vengo de la generación en la que había creadores como Yuya, Caeli, Luisito, el Werever, que eran weyes que le echaban un chingo de ganas a sus videos. Para mí dejaron como precedente el valor de trabajar duro por el view.

En este tipo de contenido, los guiones los tienes que hacer tú, el camarógrafo eres tú, el iluminador eres tú, incluso el editor, a diferencia de un programa de noticias normal, donde el presentador llega, dice las noticias y después se va a su casa. Así que te vuelves no solo el wey que hace las enchiladas increíbles, eres el mesero, el cajero y el wey que barre al final. Entonces el ingenio ahí viene, porque es crear un programa que parece de TV y que lo hiciste con 50 pesos.

Nosotros teníamos un estudio chiquitito, era una paletería, de hecho, y cuando llegaban personas como Gael García, Diego Luna o los de Game of Thrones a entrevista, decían: Wey este es el refri de mi cocina ¿aquí haces un programa que ve miles de personas? Pues porque no se necesita tener un estudio super chingón, entonces vences mucho el Status Quo, porque llega Televisa y te dice: es que necesitas 10 camarógrafos, maquillistas… ¡y no! No lo necesitas, lo que necesitas es ser bueno en lo que haces y ponerte a chingarle.

Chumel Torres

Miriam: Chumel, ¿por qué te fuiste por la sátira? ¿De dónde viene esa inclinación, quizá tu entorno, tus papás…?

Chumel: A ver, Miriam ¡Somos de Chihuahua! ¡Tenemos el humor más llevado de la perra vida! Tú sabes, en tu círculo de amigos, si no te molestan es porque no te quieren, así es en el norte, si no tienes un apodo es porque no te quieren. ¡Tu tía favorita es la más bully! Y el norteño así vive, con un humor hermoso ¡llevado! Y, si lo hago con mis primos, sobrinos y mi abuelita ¿qué no lo haga con el presidente?

Fuimos educados en el arte del sarcasmo, la sátira y el humor negro desde la cuna, está en nuestro ADN. Y ¿sabes? Volviendo al tema, de tu maestra de semiótica, creo que con la risa vencemos al miedo.

Miriam: Hablando del ADN norteño, ¿cómo fue para ti pasar de vivir en el estado grande a CDMX?

Chumel: Fue una cosa muy rara y tal vez no va a sonar muy bien lo que voy a decir, pero Chihuahua lo que tiene en temas creativos es que es chiquito, y estamos muy acostumbrados a que todo pegue, te voy a poner un ejemplo: si tú tienes una banda, hay como dos o tres bares en los que puedes tocar, entonces por lo general va a estar lleno, así que te haces a la idea de que “eres el mejor” y llegas a la capital o ciudades más grandes y como tú hay 400 bandas más, entonces prefieres quedarte en Chihuahua, porque es un poco somatizante, es como una droga.

Cuando yo quise empezar con El Pulso, quise hacerlo en Chihuahua, pero no había como un editor o alguien con quien pudiera seguir este proyecto y lo que tiene la capital es que tú puedes conocer a un wey y armar un proyecto hasta en el bar y al día siguiente ya están arrancando.

Aquí es la jungla y Chihuahua es bien rico, es bien lentito, es despacito. La verdad siempre me llamó mucho la atención la CDMX, se me hace un hermoso reptil, y el norteño triunfa aquí, porque eso tenemos, que somos muy chambeadores, y aquí hay chamba para aventar para arriba.

Miriam: Han pasado ya bastantes años, 12… ¿En esencia, has cambiado? ¿Qué quitaste y qué reforzaste?

Chumel: Creo que… muchas cosas. Te profesionalizas, te haces más bueno en lo que haces, pero la verdad, si te puedo hablar de un cambio importante es tomarme las cosas en serio, que ya no desperdicio el tiempo, ni la comunicación, porque por andarle jugando al “youtuber” perdí un programa de HBO, por no entender la seriedad y el alcance que tenía en lo que hacía.

Muchas veces, no sé si por norteño o por querer ser humilde pensé “Es que a mí nadie me escucha” y no es así, todo mundo escuchaba y tenía que tomármelo muy en serio.

Esto viene de algo muy de Chihuahua y que muy poca gente entiende, viene del decir “Ay, ay” un: “Ay, ay, Chumel se siente el noticiero” y sí, sí me siento porque sí soy, porque sí se puede como norteño darle de putazos al mundo y ganar, porque cuando te lo tomas en serio te vuelves Omar Chaparro, quien es ahora una super estrella ¡porque se lo tomó en serio! Y ¿tú crees que no tiene o haya tenido vecinos que decían?

“Ay, ay el Omar se cree bien chingón” y sí, sí se cree porque lo es…

Eso cambió en mí, el no pedir permiso para hablar, el no creer que soy “una vocecilla” sino saber que soy inteligente y tengo voz. Creérmela.

Mucha gente tiene miedo de hacerlo, porque da miedo ser el líder, porque eres quien recibe los golpes, claro, quieres ser el segundo al mando para librarte diciendo: “Él dijo. Él es el líder a mí no me vean”.

Pero no cabrón, somos gente del norte, somos valientes, somos los primeros dispuestos a defendernos si hay golpes, y ¿sabes cuál es la satisfacción? Que si ganas, eres el primero en llevarte la gloria.

Miriam: ¿Hubo algún momento en el que algo pasó o se alineó y sentiste que lo habías logrado, que estabas en el punto más alto?

Chumel: Te voy a ser honesto, no se sabe, porque no hay cima. A veces logras cosas que querías, pero no es como los deportistas, aquí el torneo no se acaba, aquí no hay premiación.

Aquí la chinga sigue, y sí, que rico que fue viernes, pero ahí viene el lunes, ponte listo.

Vamos con la analogía del panadero: me va muy bien, tengo una fila de 40 personas esperando fuera de mi panadería, porque mi pan es de excelente calidad, y no, yo no quiero ser BIMBO, pero tengo éxito con mi pan. El momento de humildad llega al recordar, después de ver esa larga fila, que tengo que entrar, ponerme el mandil y comenzar a hacer el pan.

Es como algo llamado, “el síndrome del segundo disco”: cuando un músico saca su primer disco y es una chingonería, por lo general, el segundo es malísimo porque ya no tiene hambre, porque ya no tiene sueños, porque piensa que ya lo logró, entonces su atención va dirigida a otras cosas y saca una porquería de disco… Volviendo al panadero, te puedo decir que, bendito sea Dios, a mí nunca se me olvidó llegar todos los días tempranito a la panadería y ponerme a hacer el pan.

Miriam: ¿Y sobre esos momentos difíciles? En los que quizá se te “estancó la carreta” y tuviste que revalorar algunas (o muchas) cosas…

Chumel: Una vez, me corrieron de un trabajo porque yo no quería hacer una cosa chueca, yo acababa de llegar a CDMX, El Pulso tenía como tres videos y ahí estaba yo, con una caja de mis cosas, parado en un metro de Reforma, pensando: ¿Qué pendejada acabas de hacer? Tenías 8 años de ingeniero en la maquila, te iba muy bien, y ahora estás aquí parado en la calle, sin trabajo, sin dinero, tus ahorros se están acabando y no sabes qué chingados vas a hacer mañana, eres un pendejo.

Entonces le hablé a mi papá… le dije: “Papá, me acaban de correr”, él me preguntó qué pasó y después de explicarle me dice: “Ánimo mijo. Todo menos miedo, siente todo, nomás miedo no… y si algo falla, usted tiene a su papá y se puede regresar a su casa y yo veo cómo le hago, nada más no tengas miedo, hijo”. Y eso para mí fue super bonito, porque desde ese momento, te lo juro, no me da miedo y no te hablo de que no le tenga miedo al peligro, sino que ya no me da miedo ser quien soy, esa lección que me dejó mi papá fue muy grande. Porque la aplicas en todo, cuando dominas el miedo, dominas un chingo de cosas, entonces creo que esa ha sido mi filosofía desde ese entonces.

Cuando se atora la carreta, recurre a tus amigos, a tu familia, a Dios, pero recurre a ti mismo, remángate y ponte a jalar porque si no, no vas a salir. La carreta no se mueve sola, tiene que haber un cabrón empujándola y ese cabrón eres tú.

Miriam: Al inicio de la entrevista, pregunté cómo te definirías en el ámbito profesional, ahora como persona ¿cómo es Chumel?

Chumel: Yo me definiría como una persona muy alegre, muy optimista, ese es mi superpoder: la alegría. Por lo general tomo las cosas con mucha alegría y muy de buenas, cuando eres así, ves las cosas de otra manera. Me pasó una vez, estaba en Disney y empezó a llover, entonces le dije a mi ex: qué bonito que esté lloviendo… pero en Disneylandia, porque cuando ves el lado bonito de la vida, la vida se pone bonita para ti. Hay una canción de The Killers que se llama «Mr. Brightside» y yo creo que yo soy Mr. Brightside, siempre veo el lado chido de las cosas.

Y ¿sabes qué? Un día envidié a uno de mis ídolos Jon Stewart, porque lo llamaron “An angry optimist” y creo que eso nos queda muy bien, soy un optimista encabronado… hay que ser más optimistas encabronados.

Miriam: Chumel, la revista cumple este mes 17 años, creemos que nuestro proyecto comparte contigo ese ímpetu, esas ganas de comunicar, contar historias y abrir panoramas ¿puedes decirnos para ti en dónde recae el poder de la comunicación?

Chumel: Creo que IMÁGENES lo que tiene en común conmigo es una impecable calidad, aunque un día anuncien tortas y yo haga un chiste vestido de Xóchitl Gálvez, la calidad es impecable.

Porque cuando las cosas están bien hechas, uno se abre y se sabe entre iguales, creo que ahí viene el poder de la comunicación.

Lo que tiene la comunicación es que es inherente al ser humano, cuando no puedes hablar es cuando estás más triste, cuando quieren castigar a los presos en cárceles de máxima seguridad, los dejan solos. La necesidad del ser humano de comunicar es gigante, tenemos esa necesidad de expresarnos, en la fotografía, comedia, cine, arte, en lo que quieras, pero buscamos enlazar, porque comunicando es como conoces a la otra persona, y te nutres de esa otra persona, cuando te encuentras con alguien con una postura diferente a la tuya y entiendes esas diferencias, ahí ambos crecen, se enriquecen. La comunicación es verdaderamente enriquecedora.